¡No envidies a los que carecen de sufrimientos, ídolos de madera a los que nada falta, porque sus almas son así de pobres; a los que no preguntan si llueve o luce el sol, porque nada tienen que precise de cultivos! Hiperión o el Eremita en Grecia

lunes, abril 10, 2006

AYER...YO... ELLOS


Gracias, Soledad.
A veces, la certeza de que lo que acabas de vivir será tragado por el tiempo se convierte en una sensación insoportable. Los mejores recuerdos no son los que dejan los instantes más felices. Por el contrario, los instantes felices acaban siendo los peores recuerdos que puedes tener, porque no se soporta la intensidad perdida.
Queda la noche (Planeta, 1989)

3 Comments:

Blogger Nun says said...

Qué verdad, amiga querida. Por esto los instantes felices son también aterradores.

8:32 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Por favor, ni poeticamente se debe ser tan depresivo.
Los recuerdos de malos momentos siempre son felices, porque ahora son mejores momentos.
Los recuerdos de buenos momentos siempre son felices por si mismos.
Si no es así nosotros tendremos la culpa de nuestra propia infelicidad.

1:46 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

y qué pasa cuando poco a poco se van olvidando los buenos momentos del pasado ¿Qué hacemos para que no se vayan?

2:36 p. m.

 

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